MIERCOLES 10 DE AGOSTO DE 2022
(MIERCOLES DE LA XIX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C)
Lectura del santo evangelio según san Juan (12,24-26):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y dónde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.»
EL GRANO DE TRIGO
Como el grano de trigo, nuestra vida se juega en el saber morir para vivir. En perderse o encontrarse. No caer en la trampa del ensueño de una vida sin sentido, porque la vida que tenemos tiene en Dios origen, sentido y fin:
¿Quiénes somos? Hijos amados de Dios.
¿De dónde venimos? De su amor pues nos pensó desde la eternidad.
¿A dónde vamos? A la vida eterna de la comunión con él.
¿Pero, qué más sabemos de la vida eterna con Dios?
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