Liturgia de las horas

Vísperas

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

Acuérdate de Jesucristo,
resucitado de entre los muertos.
Él es nuestra salvación,
nuestra gloria para siempre.
 
Si con él morimos, viviremos con él;
si con él sufrimos, reinaremos con él.
 
En él nuestras penas, en él nuestro gozo,
en él la esperanza, en él nuestro amor
 
En él toda gracia, en él nuestra paz;
en él nuestra gloria, en él la salvación.

SALMODIA

Ant. 1. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.

Salmo 112
ALABADO SEA EL NOMBRE DE DIOS
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes (Lc 1, 52).

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
 
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
 
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.

Ant. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.

Ant. 2. Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre, Señor.

Salmo 115
ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO
Por medio de Jesús ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza (Heb 13, 15).

Tenía fe, aún cuando dije:
"¡Qué desgraciado soy!"
Yo decía en mi apuro:
"Los hombres son unos mentirosos".
 
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
 
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
 
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.

Ant. Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre, Señor.

Ant. 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por los siglos de los siglos.

Cántico Flp 2, 6-11
CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
 
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.
 
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por los siglos de los siglos.

LECTURA BREVE Hb 13, 20-21

Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, nuestro Sen?or Jesu?s, en virtud de la sangre de la alianza eterna, os ponga a punto en todo bien, para que cumpla?is su voluntad. E?l realizara? en nosotros lo que es de su agrado, por medio de Jesucristo; a e?l la gloria por los siglos de los siglos. Ame?n.

RESPONSORIO BREVE

V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. «Maestro, ¿cua?l es el mandamiento principal de la ley?» Jesu?s le dijo: «Amara?s al Sen?or, tu Dios, con todo tu corazo?n». Aleluya.

MAGNIFICAT Lc 1, 46-55
ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. «Maestro, ¿cua?l es el mandamiento principal de la ley?» Jesu?s le dijo: «Amara?s al Sen?or, tu Dios, con todo tu corazo?n». Aleluya.

PRECES

Recordando la bondad de Cristo, que se compadeció del pueblo hambriento y obró en favor suyo los prodigios de su amor, digámosle con fe:

Mue?stranos, Sen?or, tu amor.

Reconocemos, Sen?or, que todos los beneficios que hoy hemos recibido proceden de tu bondad;
— haz que no tornen a ti vaci?os, sino que den fruto, con un corazo?n noble de nuestra parte.

Oh Cristo, luz y salvacio?n de todos los pueblos, protege a los que dan testimonio de ti en el mundo,
— y enciende en ellos el fuego de tu Espi?ritu.

Haz, Sen?or, que todos los hombres respeten la dignidad de sus hermanos,
— y que todos juntos edifiquemos un mundo cada vez ma?s humano.

A ti, que eres el me?dico de las almas y de los cuerpos,
te pedimos que alivies a los enfermos y des la paz a los agonizantes, visita?ndolos con tu bondad.

Di?gnate agregar a los difuntos al nu?mero de tus escogidos,
— cuyos nombres esta?n escritos en el libro de la vida.

Porque Jesu?s ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir: Padre nuestro.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad  en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

ORACIÓN

Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre y cumplir cuanto en e?l se significa. Por nuestro Sen?or Jesucristo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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