Liturgia de las horas

Hora Intermedia

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. 

HIMNO

El mundo brilla de alegría.
Se renueva la faz de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
 
Esta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.
 
Esta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas
y levanta testigos en el pueblo,
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
 
Llama profunda,
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza,
hasta que el Señor vuelva. 

SALMODIA

Ant. 1. Los profetas anunciaron que el Salvador nacería de María Virgen.

Salmo 118, 1-8
I (Alef)
MEDITACIÓN SOBRE LA PALABRA DE DIOS REVELADA EN LA LEY
El amor de Dios consiste en guardar sus mandamientos (1 Jn 5, 3).

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón;
el que, sin cometer iniquidad,
anda por sus senderos.
 
Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas;
entonces no sentiré vergüenza
al mirar tus mandatos.
 
Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú, no me abandones.

Ant. Los profetas anunciaron que el Salvador nacería de María Virgen.

Ant. 2. El ángel Gabriel dijo a María: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres».

Salmo 12
SÚPLICA DEL JUSTO QUE CONFÍA EN EL SEÑOR
El Dios de la esperanza os colme de todo gozo (Rom 15, 13).

¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome?
¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro?
¿Hasta cuándo he de estar preocupado,
con el corazón apenado todo el día?
¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?
 
Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos
para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: "le he podido",
ni se alegre mi adversario de mi fracaso.
 
Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

Ant. El ángel Gabriel dijo a María: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres».

Ant. 3. Dijo María: «¿Qué saludo es éste que me turba? ¿Voy a dar a luz al Rey sin romper los sellos de mi virginidad?»

Salmo 13

CORRUPCIÓN Y NECEDAD DEL IMPÍO
Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia (Rom 5, 20).

Dice el necio para sí:
"No hay Dios".
Se han corrompido cometiendo execraciones,
no hay quien obre bien.
 
El Señor observa desde el cielo
a los hijos de Adán,
para ver si hay alguno sensato
que busque a Dios.
 
Todos se extravían
igualmente obstinados,
no hay uno que obre bien,
ni uno solo.
 
Pero ¿no aprenderán los malhechores,
que devoran a mi pueblo como pan
y no invocan al Señor?
 
Pues temblarán de espanto,
porque Dios está con los justos.
Podéis burlaros de los planes del desvalido,
pero el Señor es su refugio.
 
¡Ojalá venga desde Sión
la salvación de Israel!
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob y gozará Israel.

Ant. Dijo María: «¿Qué saludo es éste que me turba? ¿Voy a dar a luz al Rey sin romper los sellos de mi virginidad?»

TERCIA

LECTURA BREVE Jr 23, 5

Mirad que llegan días —oráculo del Señor— en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y ejercerá el derecho en la tierra.

V. Los gentiles temerán tu nombre, Señor.
R. Los reyes del mundo tu gloria.

ORACIÓN

Señor y Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras súplicas y  ayúdanos con tu amor en nuestro desvalimiento; que la presencia de tu  Hijo, ya cercano, nos renueve y nos libre de volver a caer en la antigua servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.

SEXTA

LECTURA BREVE Jr 23, 6

En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro y lo llamarán con este nombre: «El—Señor—nuestra—justicia».

V. Acuérdate de nosotros, Señor, por amor a tu pueblo.
R. Visítanos con tu salvación.

ORACIÓN

Señor y Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras súplicas y  ayúdanos con tu amor en nuestro desvalimiento; que la presencia de tu  Hijo, ya cercano, nos renueve y nos libre de volver a caer en la antigua servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.

NONA

LECTURA BREVE Ez 34, 15-16

Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear —oráculo del Señor—. Buscaré las ovejas perdidas, vendaré a las heridas, curaré a las enfermas; y las apacentaré debidamente.

V. Ven, Señor, y no tardes.
R. Perdona los pecados de tu pueblo.

ORACIÓN

Señor y Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras súplicas y  ayúdanos con tu amor en nuestro desvalimiento; que la presencia de tu  Hijo, ya cercano, nos renueve y nos libre de volver a caer en la antigua servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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